Sí, es así el título del post, aunque pueda pensarse que es "sembrando
en huertos urbanos".
Lo que algunos movimientos ciudadanos hacen es
sembrar iniciativas para la creación de Huertos Urbanos, esperando que
algún día crezcan y puedan reproducirse.
Los Huertos Urbanos son un movimiento amplísimo que toma diversas formas en función de su localizacion y otras variables como su carácter público o privado, institucional o ciudadano, etc.
Algunos ejemplos:
- huertos en terrazas de edificios públicos o de viviendas
- huertos particulares en terrazas o balcones
- huertos públicos con concesiones a ciudadanos, bien gratuitas o de alquiler, por tiempo limitado y bajo diversas formas de gestión y mantenimiento, generalmente controaldas por instituciones como ayuntamientos o fundaciones
- huertos protegidos, destinados a colectivos segmentados por epígrafes de categorías institucionales como desempleados, jubilados, discapacitados, colectivos en reinsercion social, etc, bajo la gestion de entidades públicas u ongs.
- huertos promovidos por movimientos ciudadanos en terrenos cedidos, tolerados u ocupados.
Un aspecto particular de esta última categoría lo constituyen los ligados a filosofías de humanizacion de la urbe, recuperando para el provecho de vecinos aquellos solares que por distintos motivos están vacíos. A veces porque los propietarios esperan a darles un destino con fines especulativos, a veces como estados transitorios entre una demolicion y una reconstrucción que se demora -por diversas circunstancias y de sentido económico generalmente.
Existe un movimiento transnacional que intenta preservar y recuperar para los vecinos aquellos "huecos" que accidentalemente aparecen en el tapiz de edificaciones en las urbes. Barrios demolidos, inundados o incendiados, derrumbes forzosos o casuales de edifcios de viviendas o fábricas, lagunas de suelo que han quedado al edificarse alrededor en zonas de urbes en expansión , suelo público a la espera de un destino, etc.
Y en otro aspecto, la realidad puede ser mucho más simple y esos
huertos urbanos surgen de forma espontánea por el uso atrevido de
algunos vecinos aficionados a la huerta o el jardín, ajenos a cualquier
filosofía urbana o movimiento social.
Sea como sea el origen, en muchos de los casos cuya génesis se debe a
movimientos ciudadanos organizados o a iniciativas espontáneas de
vecinos, tarde o temprano aparece un motivo de tensión que tiende a
devolver al solar el destino de uso edificable.
Esa tendencia de los
sistemas consolidados se rige por el orden institucionalizado, ahogando y
deslegitimizando el crecimiento y la emergencia de iniciativas de los
vecinos. Tiende a eliminar las diferencias y a homogeneizar el conjunto
del crecimiento urbano y los usos del suelo.
Un ejemplo de todo esto lo tenemos en la tensión actual en torno a un
pequeño huerto urbano que ha ido surgiendo por iniciativa popular en un
barrio de expansion de Madrid, concretamente en Montecarmelo.
Un
análisis detenido desvelaría muchas variables situacionales de tipo
político y económico, que ha afectado a varios huertos urbanos de un
sector concreto de la ciudad. Sin embargo, voy a limitarme a dejar
constancia del conflicto surgido en la aparicion de este nuevo "hueco"
del terreno edificado, aunque precisamente tal barrio es de los amplios y
con muy poca presión urbana.
El huerto surgió en un solar municipal destinado a la edificacion de un
ambulatorio pero que por razones que no consideraré, se demora. Tras
varios meses de limpieza de una mínima parcela del solar, la preparación
de la tierra y la colocación de algunos plantones, el huerto iba
tomando forma y las espectativas de sus cultivadores crecían al ritmo
del ambiente de convivencia y trabajo colectivo.
Pero, como en los
cuentos, de pronto las fuerzas del orden público, por mandato de la
autoridad municipal competente en la zona, lo han arrasado.
No todo se
perdió, ya que en ese proceso el terreno ha dado lugar también a un
huerto de participacion ciudadana, en que los vecinos se agrupaban en
torno a este bello e inofensivo objetivo de sembrar algunos guisantes,
lechugas y tomates.
El conflicto está abierto y de momento los hortelanos, algunos
simpatizantes de la inciativa y otros amigos de las libertades
ciudadanas han acudido al solar para manifestar su disgusto.
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